La historia de las artes gráficas que surgieron en el mundo, desde el instante mismo en que el hombre tuvo necesidad de expresarse, mediante formas y figuras de piedra, como lo muestran las pinturas rupestres de las cuevas de egipcios, sumerios, semitas e indoeuropeos, entre otros.
Sin embargo el arte de la imprenta, según fuentes bibliográficas acreditadas, nació entre los años 680 a.c. y 906 a.c. en la dinastía Tang, fundada por Li Yuan, en la zona de confluencia del río Huang-Ho, Anyang, capital de China en que inventaron su escritura; mismo lugar donde proviene la cámara obscura, así como el papel.
A partir del siglo V, derivada de la escultura en madera, surge en oriente también, la xilografía, que es el método primigenio de la impresión. Realizándose al principio en mármol y luego en tablas verticales de madera de Bog, con imágenes y algunas inscripciones en escritura llamadas ideogramas.
Alcanzó su mayor auge cuando se descubrió el modo de multiplicar los ejemplares obtenidos en su empleo, ayudándose de seda, papel, etc., materiales propicios para la impresión.
Posteriormente alrededor de 1050, Pi Sheng, ahí mismo en China, enriquece el uso de planchas grabadas en madera con los tipos móviles de cerámica, hechos con arcilla. Ya existían en oriente también los de cobre. De esta suerte, ambos se combinaron de acuerdo a las necesidades de cada impresor. Se usaron en la reproducción de imágenes y en los títulos de éstas o sus fases alusivas. Ello hizo concebir a la imprenta tabularía y la tipografía en general; su uso estaba plenamente extendido por occidente y Europa para el siglo XIV, en el que se popularizó e igualmente empezó la calgografía.
Si en años previos los libros y textos públicos y administrativos los hacían escribas y amanuenses, en 1410 y 1420, aparece la “Biblia de Pamperum” o “Biblia de los Pobres”, que se imprimió utilizando las planchas pacientemente grabadas en Heidelberg Alemania.
Ya para entonces Europa disponía de los cuatro elementos principales: el papel, la tinta, la forma y la prensa, formando la imprenta, aunque el proceso era tan tardado que muchas hojas eran completadas a mano.
Para 1430 el holandés, Coster, realiza las primeras experiencias europeas con tipos de madera y luego de metal, no obstante la imperfección del proceso, contiene ya la idea de molde o matriz y el uso del plomo con las que igualmente Johannes Gutenberg, impresor alemán, logra los trabajos destacados por su perfección en estampas con textos claros y legibles. Inicio por aquel tiempo, 1454, la impresión de la Biblia para lo que contaba con un socio, Johannes Fust, que le aportaba recursos económicos, quién finalmente lo demando y gano el juicio quedándose con todo el material elaborado, incluyendo la prensa de impresión.
Éste publicó el 1456 “la Biblia”, que sería el impreso más bello del renacimiento, ya que era un texto en dos columnas de 42 líneas y 1282 páginas.
Más tarde se introdujeron nuevos adelantos técnicos y los tipos se hicieron no solo de plomo sino se adicionaron estaño y antimonio.
Entre 1472 y 1475 la imprenta llega a España por los Reyes Católicos y se trabaja principalmente en los monasterios; en tanto en Italia, G Bodoni publicaba su “Manual de Tipografía”.
En 1539, año señalado oficialmente, llega a México la primera imprenta de América. Estaba a cargo de Juan Pablos, tras firmar con Juan Cromberger, el 12 de junio del mismo año, en el cual se establecen las condiciones laborales en los términos y usos previos, por un período de diez años. Con Giovanni Paoli (verdadero nombre de Juan Pablos) venía su esposa, un esclavo negro, Pedro, y un prensista, Gil Barbero.
La imprenta quedó ubicada en la llamada “Casa de las Campanas” porque allí era donde se fundían. Sita en la esquina que conforman las calle de Moneda y Licenciado Verdad, en el ahora Centro Histórico de la Ciudad de México. Propiedad ésta de Fray Juan de Zumárraga, primer obispo de México, a quién se debe la iniciativa de traer la imprenta, solicitud que hizo a la corte de Carlos V en 1533, “porque sería una cosa muy útil y conveniente”, decía él; en lo que fue secundado por Don Antonio de Mendoza, tiempo después primer Virrey de la Nueva España.
De los textos y documentos de esa época, nos da cuenta atingentemente José Toribio Medina en su libro. “La imprenta en México” ( 1532-1821), editado por la Universidad Nacional Autónoma de México.
En 1609 se edita en Estrasburgo el primer periódico. Hay que resaltar que el hecho de que todos libros impresos desde la invención de la imprenta hasta el siglo XVI, recibe el nombre de incunables, porque este arte estaba en la cuna, y actualmente son de valor incalculable. No es sino hasta 1638, que llega la primera imprenta a Estados Unidos; es decir un siglo después que en México.
En Inglaterra para 1790 William Nicholson idea el método de entintado con cilindros de cuero, originándose así el estereotipo.
Cinco años después, nace ahí mismo la primera prensa de metal, que perfeccionaría un mecánico Norteaméricano y se hace famosa con el nombre de “Columnian”, posteriormente vendría la “Washington “ de Samuel Rust.
En Munich, Alemania, en 1978, Aloys Senefelder descubre una nueva técnica de impresión, la litografía, además de la autografía y la impresión anastásica, misma que será el primer tipo de imprenta planográfica.
Aquí conviene hacer un paréntesis para mencionar que grandes artistas de la época, como Tolouse Lautrec, Francisco Goya, Honore Daumier, Eugene Delacroix y más tarde Henri Matisse, Marc Chagal, Miró y Picasso, entre otros, hacían sus obras en compañía de los litógrafos, quedando al final firmados por ambos.
Para 1830 las planchas se hacían de aluminio y siete años más adelante Engelmann hace las primeras cromolitografías, ulteriormente este sistema dio origen al offset. En 1808 se crea un invento que revolucionaria las oficinas de todo el planeta, la máquina de escribir y el papel carbón de Pellegrino Turri, que son también parte del mundo de la impresión, ya que imprimir es dejar huella sobre una cosa.
Entre 1803 y 1811, ya con la máquina de vapor, se crean la prensas mecánicas de “Koening “ y “Baver” luego llegó el sistema que imprime por ambos lados, principios de la rotativa que sería construida en 1865 por Marinoni a partir de 1870 entras en los talleres las primeras “Minerva” en el inter “Massicot”, realiza la guillotina o máquina de cortar papel en 1840.
En 1880, Othmar Mergenthaler, alemán, residente en los Estados Unidos, diseña el linotipo. Para 1904, el impresor, Ira Rubel, descubre el sistema de impresión en offset del que se elaboran prensas de cuatro colores en 1930, los cuales hasta nuestros días son la mejor opción para obtener impresos de calidad, rapidez y mucha precisión.
Desde las postremerías de los setentas, pasando por la comercialización de la “personal Computer” CPC) con procesador Intel en 1981, la década de los noventas y lo que va del nuevo milenio, el desarrollo de los sistemas computarizados ha llevado la impresión a nuevos horizontes antes insospechados.